13/11/08

LA POLITICA ES ESTRATEGIA





La política es estrategia


Por: Alejandro Villa Abrille
Grupo PAMPA SUR

Otra revolución verde?

Ustedes los argentinos tómense más en serio la reforma agraria que ha comenzado en China. Puede pesarles no hacerlo.” Así aconsejó a quien quisiera escuchar, el ex - presidente de gobierno español Felipe González.

De los 1.330 millones de personas que integran el total de población de China, aproximadamente 800 millones componen la fuerza laboral y de esa fuerza laboral, 380 millones de personas se dedican a la actividad agropecuaria. Según datos oficiales del total de personas que viven en el campo, 22 millones viven en la “pobreza absoluta” con un ingreso anual promedio de US$ 90 y unas 35 millones de personas viven también según datos oficiales con “bajos ingresos” con un ingreso anual promedio de US$ 125.

Cada año, la población china crece en promedio en 9 millones de personas. Cada año, aproximadamente 14 millones de personas que viven en el campo abandonan sus tierras para emigrar a los centros urbanos en busca de trabajo. Cada año, la economía china necesita generar 24 millones de puestos de trabajo .Este año, se estima que la economía china crecerá al 9%, algo menos de lo que vino creciendo en promedio durante por lo menos diez años. De los 9,3 millones de km2 que totalizan el territorio continental de China, apenas 1,5 millones de km2 son tierras aptas para la actividad agrícola, algo menos que los 1,8 millones de km2 de los suelos agrícolas de la Argentina.

Cómo asegurar la alimentación, cómo asegurar bienestar a más y más personas, cómo evitar el desarraigo de la población rural y cómo generar riqueza.

Con políticas de estado.

¿Cómo se generan?

En lo que podría señalarse como un acontecimiento histórico, el Partido Comunista de China (sí, comunista) acaba de formular los lineamientos de lo que más que una reforma agraria, se puede calificar como una verdadera revolución.

En China, la propiedad de la tierra rural es estatal y los agricultores que las explotan lo hacen mediante un contrato con el gobierno; pero de ahora en más, se permitirá a esos agricultores el arrendamiento de sus tierras agrícolas contratadas o transferir su derecho de uso de la tierra.

Entre los lineamientos de esta reforma, puede destacarse que el gobierno tratará de optimizar la estructura industrial en las zonas rurales, promover empresas de propiedad de las aldeas y municipios, desarrollar cooperativas rurales, para su reconversión en organizaciones agrícolas modernas para que puedan participar activamente en el mercado interno y la competencia en los mercados mundiales y canalizar el capital y talento hacia el campo; modernizar la agricultura industrial, las finanzas rurales y los sistemas de bioseguridad; alentar a más empresas extranjeras a invertir en el sector agrícola en igualdad de condiciones en completa consonancia con la Organización Mundial del Comercio en lo que respecta a las normas para la entrada de capital extranjero en el mercado chino.

El documento emitido por el Partido Comunista manifestó que el progreso de la ciencia y la tecnología son fundamentales para desarrollar la agricultura, centrándose en la biotecnología, el desarrollo de especies agrícolas de alto rendimiento y con valor práctico tan pronto como sea posible mediante el uso de la tecnología transgénica, la conservación del agua y asistencia en casos de desastre; el documento también destacó el apoyo a institutos de investigación agrícola que atiendan los intereses públicos y a las universidades agrícolas para promover la innovación y la formación de personal científico orientado a ayudar al sector.

A los chinos probablemente les cueste expandir la frontera agrícola, pero seguramente van a conseguir una agricultura más intensiva (¿Pools de siembra en China?). 4 mil años de civilización los avalan; recuérdese que hacer poco más de 50 años China era un país con una economía apenas de subsistencia, hoy día están instalados en la carrera espacial.

Lo de Brasil no es “milagro”

“El renovado desempeño del sector agropecuario, abarrotado por cosechas record y una expansión intensificada de las exportaciones, ha contribuido significativamente a la reactivación del crecimiento de la economía brasileña. Este hecho, es especialmente percibido en el actual escenario económico internacional, el cual pese a sus efectos adversos, tiene perspectivas favorables en relación al mercado agrícola mundial y las posibilidades de expansión de los agronegocios brasileños en el mercado interno y los mercados externos.” Así comienza la introducción del Plan Agropecuario 2008 – 2009 del gobierno brasileño.

Así como habrá que tomar debida nota sobre lo que está ocurriendo en China, también habrá que empezar a tener en cuenta las decisiones estratégicas que se adoptan en Brasil.

Sabido es que Brasil hace tiempo es el principal exportador mundial de carne bovina y que en el año 2006 exportó 1,2 millones toneladas de carne por un valor de US$ 625 millones. No tan sabido es que en el año 2007 exportó leche y derivados lácteos por un total de US$ 200 millones. Además, hace unos pocos meses tomaron la decisión de conseguir el autoabastecimiento de trigo para no tener que depender de importaciones sujetas a variaciones de precios y vaivenes en la provisión.

¿”Milagro” brasileño?

No, de ninguna manera.

El crecimiento de los agronegocios en Brasil no es otra cosa que el resultado de aplicar sistemáticamente políticas de estado. Así por ejemplo, puede verse como trabajan en forma conjunta los ministerios de Transporte y Agricultura, Ganadería y Abastecimiento; en la planificación de la red ferroviaria de transporte de cargas, incluidos por supuesto los productos agropecuarios y agroindustriales.

El Ministerio de Transporte planifica y ejecuta y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) colabora identificando las inversiones prioritarias en materia de comercialización agropecuaria.

Así, está previsto que de aquí hasta el año 2023 se invierta en la rehabilitación, reestructuración y construcción de corredores ferroviarios un total de R$ 177 mil millones (ó US$ 58 mil millones al cambio actual). Por caso, la recuperación y construcción de corredores ferroviarios como la Ferrovía Norte-Sur; la línea Nueva Transnordestina, y la línea Ferronorte; significarán la instalación de más de 13 mil kilómetros de vías férreas y construcciones complementarias.

Han sabido reconocer y obrar en consecuencia, que el ferrocarril es una de las mejores alternativas económicas para el transporte de larga distancia y promotor de la integración nacional.

El granero del mundo

Organizar la agricultura según la mente de la Constitución moderna es organizar su libertad. La única intervención que, según ese código, pueda ejercer la ley en este ramo de la industria nacional, debe tener por objeto desembarazar de toda traba y obstáculo al trabajo agrícola, facilitando todos los medios de poner a su alcance los opulentos recursos y manantiales de riqueza que presenta nuestra tierra digna del nombre de argentina, que lleva como símbolo expresivo de su riqueza incomparable.” Este pensamiento lo plasmó al papel hace más de cien años, nada menos que Juan Bautista Alberdi en su tratado «Sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina según su constitución de 1853».

Pocos recuerdan cómo se originó el cultivo de soja en la Argentina.

Allá a principios de la década del ’70 y por una necesidad de los fabricantes de alimentos balanceados que no podían fabricar su producto por la falta de harina de pescado (proteína) para mezclarlo con el grano. Desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería se estudió el tema y se ponderó que la harina de soja (proteína) era un sustituto de excelencia para la fabricación de esos alimentos balanceados.
Así, es como se llega hasta hoy, donde podemos ver estos números, por ejemplo: En los 30 años que van de 1975 a 2005, la producción de soja saltó de 700 mil toneladas a 41 millones de toneladas; en los 10 años que van de 1996 a 2006, las exportaciones de poroto de soja pasaron de las 2,1 millones de toneladas a 8,2 millones de toneladas y si a China específicamente nos referimos, en el mismo período las exportaciones de ese grano saltaron de las 300 mil toneladas a 6,4 millones de toneladas.

Si del trigo hablamos en los mismos parámetros, tenemos que en 1975 se cosecharon 8,6 millones de toneladas y en 2005 fueron 12,8 millones de toneladas; las exportaciones en el período 1996 a 2006 pasaron de 5,8 millones de toneladas a 9,4 millones de toneladas y si a Brasil particularmente nos referimos, en el mismo período las exportaciones pasaron de 3,9 millones de toneladas a 6,1 millones de toneladas.

No es casualidad que la Argentina todavía siga siendo un jugador de peso en los agronegocios globales. Recuérdese por caso, que la Argentina es el más grande productor mundial y primer exportador de aceite comestible; de 1996 a 2006, las exportaciones pasaron de los 3,1 millones de toneladas a 7,4 millones de toneladas.

La política es estrategia

Estrategia: En la guerra, es la ciencia o el arte de emplear todos los recursos militares, económicos, políticos y otros de un país para lograr los objetivos de la guerra.”

Sin que necesariamente tengan que establecerse comparaciones o precisarse grados, se puede decir que los tres ejemplos citados esto es, la reforma agraria en China, el programa de inversiones en infraestructura de Brasil y la introducción organizada de la soja en la Argentina; puede decirse que todas son políticas de estado y una política de estado no es otra cosa que la consecución de la toma de decisiones estratégicas.
Por qué entonces hablamos de decisiones estratégicas, está claro.

El mundo -y especialmente Oriente- va a seguir demandando alimentos, pero lo que nadie sabe realmente es si con el sacudón financiero que sufre el hoy mundo, nos vamos a encontrar ante un nuevo paradigma económico (recuérdese que la economía es una ciencia social y no una ciencia exacta) y en consecuencia habrá un reacomodamiento de valores y prioridades. Sea como fuere, debemos estar preparados.

La realidad que vive hoy la Argentina, ha demostrado palmaria y lamentablemente que no son decisiones estratégicas, exprimirle recursos al sector más dinámico e importante de la economía nacional so pretexto de que debe repartirse su supuesta rentabilidad excedentaria, distorsionar intencionalmente el funcionamiento de los mercados con el subterfugio de que se hace para proteger el bolsillo de la gente, entorpecer deliberadamente las exportaciones de la cadena agroalimentaria blandiendo de nuevo la excusa de que se debe privilegiar la mesa de los argentinos. Definitivamente no es una decisión estratégica, gobernar sin un rumbo y un objetivo definido.

No se puede repartir lo que no hay.

Para redistribuir el ingreso primero se debe generar riqueza restableciendo el escenario a quienes están en condiciones de hacerlo. No sólo no se puede repartir lo que no hay, sino que pretender remedar ese reparto tironeando de la frazada, lo único que se va a conseguir que la frazada se rompa en mil pedazos hasta desaparecer.

Desde su presentación a la luz pública, el Grupo Pampa Sur ha hecho y hace una bandera patente, la defensa de la cadena productiva agropecuaria, agroalimentaria y agroindustrial.

Todos quienes integran la cadena productiva y aquellos que la apoyan y defienden, saben muy bien lo que hay que hacer para salir del marasmo en el cual nos encontramos y retomar el camino para producir más riqueza, más trabajo y más inclusión social. Quien debe comprenderlo y hacerse carne de este concepto, es el conjunto de la clase dirigente y especialmente nuestros mandatarios, que para ello y no otra cosa fueron elegidos por el voto ciudadano.

Tomar decisiones estratégicas implica nada más y nada menos que el futuro de la Argentina.


Alejandro Villa Abrille
Grupo Pampa Sur
agribiz@ciudad.com.ar / Tel.: 0221 15 595 5417

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