22/6/09

ABUCHEARON A LA MINISTRA GARRE

LA NOTICIA QUE NO SE DIVULGÓ

FUE DURANTE ACTO DEL EJERCITO, SEÑALES DEL OCASO KIRCHNERISTA

Celia Garré, la ministra de Defensa perdió el rumbo. El primer hito del ocaso del poder lo encontró en una provincia cuyana, San Juan, gobernada por el peronista-menemista-kirchnerista, José Luis Gioja

Autor: Ernesto Agulla para Totalnews

Allí el Ejército Argentino conmemoró el 199 aniversario de su creación con un prolongado abucheo y silbatinas dirigidas a la jefa castrense. La prosa de extensión castrista que leyó Garré, sumada a la alocución de idéntica métrica pronunciada por el general Luis Pozzi, jefe del Ejército, fastidiaron al público que reaccionó con silbidos de desaprobación.

A los pocos días, en Salta, el comandante de la 5º Brigada de Montaña, general Jorge Altieri dio un portazo de protesta y pasó a retiro. El motivo: su disconformidad con una directiva de Garré de prohibir la rendición de honores al fallecido general retirado Rodolfo Whener, quien estaba sujeto a un proceso por presuntos delitos contra los derechos humanos. No había condena, y como se sabe, la Constitución Nacional consagra la inocencia hasta que se demuestre lo contrario. Nilda Garré, mujer formada y profesional del derecho, no desconoce esa premisa básica que vulneró sin titubeos.

La venganza promovida por la ideología setentista no deja lugar a la reflexión.

En San Juan, el 29 de mayo pasado, casi 80 mil sanjuaninos, -muchos familiares de los uniformados-, que se habían congregado a lo largo de la avenida José Ignacio de la Roza para disfrutar del desfile castigaron con sus palmas, silbatinas y abucheos a la funcionaria por la demora del acto oficial.

La realidad la golpeó con la peor cara: el rechazo de civiles cuya edad los exime de sospechas de haber participado o tener vinculación con lo que Garré denomina: “el corporativismo de quienes no quieren que se castigue a los responsables de violaciones a los derechos humanos”.

Ministra, es la gente común, son esos seres anónimos y a la vez nominales quienes le dijeron ¡basta!. Ante la rechifla, la ministra pidió "un poco de paciencia a los vecinos" en medio de su discurso.

Consiguió aplausos a su favor,-en el palco oficial, el más efusivo del almirante Jorge Godoy-, pero el contraataque de silbidos del público acalló el reducido esfuerzo oficialista.

Eso sí, no dejó de mortificar una vez más a los uniformados citando la derrota de Malvinas. Incluyó al final un mensaje de campaña: Cristina Kirchner entregará el 18 de junio 450 casas del Programa Federal de Construcción de Viviendas a suboficiales de las tres fuerzas.

Con el pasaje de soldados vestidos a la usanza de las tropas de Martín Miguel de Güemes, tanques, cañones y blindados de varias guarniciones del país, despareció casi de inmediato el mal humor de la gente. Extraña fascinación ante el material bélico, aunque vetusto, logra emocionar a grandes y chicos quienes aplaudían con tanta fuerza que contrastó aún más con los abucheos dispensados momentos antes a Garré.

El gobernador sanjuanino José Luis Gioja recibió a la ministra y juntos encabezaron la ceremonia flanqueados por el titular del Ejército, más atrás, en el palco oficial, se ubicó la comitiva que acompañó a Garré, los jefes de los Estados Mayores de la Armada, almirante Jorge Godoy, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Normando Costantino; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Jorge Chevalier; los secretarios de Estrategia y Asuntos Militares, Germán Montenegro, y de Planeamiento, Oscar Cuattromo, respectivamente, y el jefe de Gabinete de Asesores de Defensa, Raúl Garré, la presidenta de la Comisión de Defensa del Senado, Marita Perceval; y el presidente de la Comisión de Defensa de diputados, Jorge Villaverde.

La novedad es que el acto esta vez no se hizo puertas adentro de un cuartel como se estilaba para ponerse a resguardo de las manifestaciones de Cecilia Pando

La última vez que el Ejército festejó su día fuera de una guarnición fue el 29 de mayo de 2004, en aquella oportunidad se eligió la ciudad de San Justo (La Matanza-oeste del conurbano).

La parada militar se animó con los sones de una banda de música especial integrada por las bandas militares “Talcahuano”, del Regimiento de Infantería de Montaña 11 (Tupungato, Mendoza), “Cuesta del Tamboral”, del Regimiento de Infantería de Montaña 22 (San Juan) y del Regimiento de Caballería 15 (Campo de los Andes, Mendoza). Al término del acto todos los funcionarios y la cúpula militar se refugiaron en el interior de la Guarnición Militar San Juan, los esperaba un locro cuyano y tinto sanjuanino.

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