5/1/11

ARGENTINA - AVIACIÓN NAVAL ARGENTINA

Pionera en el Polo Sur

ORGULLO ARGENTINO - HOY CASI DESARTICULADA
1962 – 06 de Enero – 2010 Aniversario de una epopeya


HACE 48 AÑOS, DOS AVIONES DOUGLAS C-47 DE LA ARMADA ARGENTINA ATERRIZABAN EN LA ZONA MÁS AUSTRAL DEL PLANETA: EL POLO SUR. UNA HISTORIA DE HAZAÑA QUE MUCHOS HABÍAN IMAGINADO Y QUE LOGRARON CONCRETAR DOCE MARINOS ARGENTINOS.

El aterrizaje de dos aviones navales argentinos en el Polo Sur, sorprendió el 6 de enero de 1962, a la opinión mundial. Esta operación llevada a cabo por dos aviones de la Aviación Naval Argentina, Douglas DC-3 (C-47) matriculados CTA- 12 y CTA-15 cumplió una señalada proeza de ser las primeras aeronaves argentinas en tocar el Polo Sur geográfico.
La expedición fue comandada por el Capitán de Fragata Hermes Quijada y formaron parte de la dotación de las dos aeronaves los capitanes de fragata Pedro Margalot y Rafael Checchi; los tenientes de navío Jorge Pittaluga, Miguel Grondona, Héctor Martini, Enrique Dionisi y José Perez; el suboficial primero Edmundo Franzoni; el suboficial segundo Ricardo Rodríguez; el cabo principal Elías Gabino y el cabo primero Raúl Ibasca. El piloto de uno de los aviones era el mismo Quijada y del otro el teniente Pittaluga.

La magnitud del logro alcanzado tuvo ribetes singulares, ya que no se contaba en esos momentos con cartografía de la zona y por ende se desconocía la existencia de referencias en tierra que pudiesen facilitar la orientación durante el vuelo.

La cartografía supuso uno de sus mayores problemas por lo que fue necesario que compilaran e interpretaran toda experiencia previa al respecto. Si bien aviones de varios países habían sobrevolado la región polar por el extremo sur terrestre desde Australia y con escala en la Base Mac Murdo, aquellos se limitaron a seguir una cadena de montañas cuyas estribaciones finales desembocan en el Polo, ofreciéndoles la ventaja de una fácil referencia.

En cambio, las unidades de la Aviación Naval prefirieron encarar la difícil ruta de un vuelo en sentido inverso sin apartarse del cono antártico y ser los primeros en arribar al lugar directamente desde el continente americano y más concretamente desde territorio argentino.

En la Base Aeronaval Ezeiza, su asiento natural y previo a su expedición las aeronaves se equiparon para la misión. Se instalaron los esquíes y a las dotaciones de la unidad de Exploración y Reconocimiento Aerofotográfico se les intensifico el adiestramiento de vuelo en condiciones nulas de visibilidad. Las aeronaves quedaron en condiciones de iniciar el asalto al continente blanco.

El itinerario de vuelo
Concluido el alistamiento del personal y las maquinas, tras una sencilla ceremonia el día 5 de Diciembre de 1961 emprendieron el vuelo desde la Base Aeronaval Ezeiza, hacia la Estación Aeronaval Río Gallegos a donde arribarían al finalizar el día.

A las 05:48 horas del 18 de diciembre de 1962 las aeronaves al mando del entonces Capitán de Fragata Hermes Quijada despegaron de la Estación Naval Río Gallegos rumbo al Cabo de Hornos. La velocidad era poca, pues las 32000 libras de peso, sumadas a los vientos del sector Sur y a la necesidad de ahorrar combustible, en previsión de cualquier súbito empeoramiento de tiempo, no les permitió pasar los 115 nudos (207 Kms/h).

Tanto el Capitán Quijada como el Teniente Pittaluga, comandantes de los respectivos aviones, realizaron un perfecto aterrizaje en la Base Teniente Matienzo, el primero en la nieve, con el que concluyó la etapa inicial del vuelo al Sur luego de 8 horas 17 minutos de travesía.

Esta Base Conjunta del Ejército y Aeronáutica, a pocas millas de distancia del lugar de aterrizaje. Todos sus miembros, ocupados en la construcción definitiva de la misma, les brindaron permanentemente su apoyo moral y material. Llego el 24 de diciembre los expedicionarios fueron invitados por los camaradas de la Base a pasar la nochebuena con ellos. El 26 de diciembre aprovechando la buena meteorología despegaron para continuar el trayecto.
Al volar sobre Bahía Austral, la Estación Científica Ellsworth apareció como una manchita negra que poco a poco fue aumentando de tamaño. La pista había sido bien señalada y a poco de aterrizar fueron recibidos por el personal de la estación.
Al volver el buen tiempo la estación Polo Sur les comunico que estaba lista a recibirlos. El 6 de enero a 13:05 horas despegaron rumbo al Sur, mientras se abría a su proa una zona cubierta de grietas enormes. Se encontraban muy cerca al Polo Sur y la zona que sobrevolaban tenia una capa de hielo de casi 3.000 metros de espesor.
Eran las 20:45 hora argentina, al iniciar la cuarta pierna de la búsqueda, descubrieron por la amura de estribor unos puntos negros que no pertenecían al natural paisaje antártico. El teniente Grondona copiloto de una de las aeronaves giro de inmediato hacia esa dirección donde avistaron el Polo Sur a mas de 30 millas. Recién a las 20.15 horas estuvieron sobre su vertical y diez minutos mas tarde aterrizaban en medio de la mirada complacida de todos los integrantes de la base.
Enseguida una emotiva ceremonia reunió a los representantes de las dos republicas y en ella tras las palabras del Capitán Quijada, la delegación argentina, entrego a la base estadounidense Amundsen-Scott una placa recordatoria del vuelo con el siguiente texto: “La Republica Argentina a Amundsen, Scott y sus hombres en el cincuentenario de su llegada al Polo Sur. Homenaje de la Aviación Naval de la Armada Argentina en su primer vuelo al Polo Sur”.
El día 22 de Enero de 1962, al aterrizar ambas unidades en el Aeropuerto "Jorge Newbery" de la ciudad de Buenos Aires, se daba por finalizada la proeza, que metódica y calladamente fue llevada a cabo para que la Nación Argentina en primer termino, y luego su Armada, y su Aviación Naval, tuvieran este nuevo laurel para ser colocado en el escudo de sus glorias.
Este vuelo además de conformar un hito a nivel mundial, significo un valioso aporte al campo científico, permitió llevar a cabo posteriormente la ruta que uniría a América del Sur con Australia y Nueva Zelanda y demostró la madurez operativa de la Aviación Naval, en una época en que ya existían medios de posicionamiento estelar, sistemas de navegación avanzados y poderosos aviones como los C-130 Hércules y Super Costellation, empleando la Aviación Naval Argentina antiguos y escasos medios, pero con una gran cuota de voluntad, profesionalismo y esfuerzo por parte de la inmensa cantidad de personal que tuvo activa participación en la concreción de tan magnifica empresa.

Fuente: Instituto Aeronaval - Filial Mar del Plata
Gentileza: Oscar Filippi


Hermes Quijada

El cobarde asesinato de un pionero

Hermes José Quijada, fue un militar argentino perteneciente a la Marina, que fue asesinado en 1973 por el Ejército Revolucionario del Pueblo, fracción 22 de Agosto (ERP-22 de agosto), pocos días antes de finalizar el gobierno militar dirigido por general Alejandro Agustín Lanusse y cuando ya había sido elegido presidente constitucional Héctor Cámpora.

Hermes Quijada ingresó a la Armada Argentina, desempeñándose como aviador naval. Fue el primer piloto argentino que aterrizó en el Polo Sur. Al ser asesinado tenía el grado de de contraalmirante y fue promovido post mortem al grado inmediato superior.
En 1972 fue el encargado de leer por televisión la versión oficial sobre los sucesos del 22 de agosto en la base aeronaval Almirante Zar de Trelew, cuando resultaron muertos 16 guerrilleros detenidos.

Su asesinato
Hermes Quijada fue atacado el 30 de abril de 1973 cuando viajaba en su automóvil en el cruce de las calles Junín y Cangallo (actualmente llamada Tte. Gral. Perón) en el barrio Congreso de la ciudad de Buenos Aires. Recibió seis disparos a quemarropa, uno de ellos en la cabeza, que le produjeron la muerte poco después de ingresar al Hospital Naval. En la oportunidad resultó muerto también uno de los atacantes, Víctor José Fernández Palmeiro, miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo.

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